lunes, 8 de marzo de 2010

Sócrates

Sócrates fue, probablemente, el primer filósofo propiamente dicho, y es sin duda uno de los más admirados hoy en día, junto con sus discípulos griegos Platón y Aristóteles. Nació en Atenas en el 469 a.C., momento en el que la grandeza de Atenas era impactante, ya que acababan de echar a los persas en la batalla de Platea (479 a.C.) y habían formado un Imperio territorial entre el Ática y las islas del Egeo. Como buen soldado ateniense Sócrates combatió de joven en algunas batallas que concernían a Atenas, y después de hizo científico.

Pero pronto llegaron las famosas guerras del Peloponeso entre Esparta y Atenas, guerras en las que ambas naciones se destrozaron y aniquilaron mutuamente. Al vivir esto, Sócrates se dio cuenta de que el enemigo del hombre es el mismo hombre, y se dedicó a estudiar su personalidad, comenzando así, con la filosofía. Sócrates era muy inteligente, ya que en lugar de predicar, interrogaba con preguntas como qué es la justicia. Así, siempre argumentaba a favor y en contra de todos estos temas y enseñaba que era algo realmente complicado.

Cuando un rival se oponía a Sócrates, este le pedía que le explicase su teoría, y conforme el otro la iba enseñando Sócrates hallaba multitud de contradicciones y errores. Así, este griego se hizo muy popular y admirado por su sabiduría, tanto que incluso el Oráculo de Delfos (el oráculo más infalible al que recurrían los griegos) le llegó a nombrar el más sabio de los hombres, y Sócrates respondió que era porque “él sabía que no sabía nada” (ironía socrática).

El principal discípulo de Sócrates fue Aristocles, más conocido como Platón, quien puso por escrito la filosofía de Sócrates (ya que éste nunca lo hacía), y dio comienzo al famoso “amor platónico” entre otros. Por desgracia fue la impopularidad de Sócrates lo que lo hundió, pues aparte de sus seguidores a nadie le caía bien. Los conservadores atenienses lo odiaban por la forma que tenía de manipular la mente mediante el método socrático, y porque “corrompía a la juventud”, mientras los demócratas lo consideraban proespartano (ya que Sócrates, en una descripción de la ciudad ideal, nombró factores que se parecían más a Esparta que a Atenas), algo que por supuesto estaba muy mal visto en Atenas. Para rematar, algunos discípulos de Sócrates como Alcibíades y Critias hicieron mucho daño a Atenas.

Así, Sócrates fue sometido a un juicio en el 399 a.C., con 70 años de edad. Se le acusaba de corromper la mente de los jóvenes atenienses, pero su verdadero crimen era que supuestamente era antidemocrático. Habría sido absuelto de no haber hartado al jurado con su método socrático, el cuál le condenó a muerte por 281 votos contra 220. La condena no se cumplía con una orca ni una guillotina, sino obligando al condenado a beber cicuta, una bebida venenosa que mata sin dolor.

"La verdadera sabiduría está en reconocer la propia ignorancia". Sócrates.

domingo, 7 de marzo de 2010

Dante Aliguieri (I)

A pesar de que el post lo haya publicado yo, es una producción de José Tomás. Disfrútenla.

(Florencia, c. 29 de mayo de 1265 – Rávena, 14 de septiembre de 1321). Dante Alighieri fue un poeta italiano. Su obra maestra, La Divina Comedia, es una de las obras fundamentales de la transición del pensamiento medieval al renacentista. Es considerada la obra maestra de la literatura italiana y una de las cumbres de la literatura universal. En italiano es conocido como "el Poeta Supremo" (il Sommo Poeta). A Dante también se le llama el "Padre del idioma" italiano. Su primera biografía fue escrita por Giovanni Boccaccio quien le escribió el Trattatello in laude di Dante. Participó activamente en las luchas políticas de su tiempo, por lo cual fue desterrado de su ciudad natal. Fue un activo defensor de la unidad italiana. Escribió varios tratados en latín sobre literatura, política y filosofía.

Divina Comedia

La Divina Comedia es un poema teológico escrito por Dante Alighieri dedicado a su amada Beatriz y por la que Dante pasa a través del Infierno y del Purgatorio para llegar al Paraíso. En este viaje es guiado por Virgilio, un poeta de la época romana. La Divina Comedia también es considerada como una de las obras maestras de la literatura italiana y literatura universal.

Civilización Maya (I)

A pesar de que el post lo haya publicado yo, es una producción de José Tomás. Disfrútenla.

Los Mayas

La civilización maya habitó una vasta región ubicada en Norte y Centroamérica, y vio su fin sobre el 320 a.C..

Pirámides

Las pirámides son sus templos y los fieles asistían a las ceremonias al aire libre, abajo y al frente, de la pirámide-templo. Solicitaban de sus dioses los dones de la vida, la salud y el sustento, a cambio de los cuales realizaban una serie de ofrendas y de ceremonias purificadoras inmersas en un complejo ritual. Practicaban los flechamientos y arrojaban a los niños, doncellas y piezas de oro al Cenote Sagrado de Chichén Itzá, como ofrenda al dios Chaac. El autosacrificio tenía muchas variantes, como por ejemplo cuando ellos se sacaban sangre de diversas partes del cuerpo con punzones de hueso o espinas de maguey y ofreciéndolas en tiras de papel.

Dios Chaac

Importante deidad del panteón maya, asociada al agua y sobre todo a la lluvia. Representado con una larga trompa inclinada hacia arriba. Tenía gran importancia y el pueblo lo invocaba para obtener buenas cosechas. Según los relatos, este dios moraba en las cuevas.



Cenote Sagrado de Chichén Itzá : El Cenote Sagrado es un cenote del tipo abierto (a cielo abierto), que se muestra como una depresión circular rellena de agua midiendo 60 m de diámetro, con paredes verticales que miden 15 m del nivel del acceso a la supeficie de agua.

Cenote: Es una dolina inundada de origen kárstico que se encuentra en algunas cavernas profundas, como consecuencia de haberse derrumbado el techo de una o varias cuevas. Ahí se juntan las aguas subterráneas, formando un estanque más o menos profundo.


Dolina: Alude a un tipo especial de depresión geológica característico de los relieves kársticos.

miércoles, 3 de marzo de 2010

La batalla de Qadesh

En torno a 1600 a.C., los egipcios ya habían comenzado una expansión de su imperio hacia el Norte y el Este, haciéndose sin muchos problemas con todos los territorios circundantes hasta Siria y el Éufrates, convirtiéndose así en la mayor potencia de Oriente. Seguramente el éxito militar de Egipto se debía al uso de los carros de guerra, en los que llevaban arqueros que disfrutaban de una plataforma de disparo móvil. Pero al hacerse con un territorio tan grande, despertaron temor en los hititas, temor que se tradujo en odio. Los hititas habían aparecido en Anatolia central en torno al siglo XVIII a.C., y varios siglos después ya se habían hecho con un imperio militar cuyo soporte también eran los carros de guerra que absorbía lo que hoy es Turquía y el Norte de Siria.

El conflicto entre las dos grandes potencias de Oriente era inevitable. Los hititas lanzaron la primera ofensiva a través de Siria, pero mientras el ejército se movía murió Ajnatón, el actual faraón de Egipto. Su hija, para evitar la guerra, prometió casarse con un príncipe hitita si se frenaba la ofensiva, y como no, los hititas aceptaron. Pero al poco de entrar el príncipe hitita en territorio egipcio fue asesinado, y el nuevo faraón Ramsés II retomó la guerra y avanzó contra los hititas para destruir el ejército de Muwatalli, oculto en algún punto de Siria.
En el año 1282 a.C., se libró una de las batallas más importantes de la historia. Mientras los ejércitos egipcios avanzaban con miles de infantes armados con lanzas escudos y espadas curvas (además de los carros) el ejército hitita se hallaba escondido en la ciudad de Qadesh. El ejército egipcio estaba compuesto por cuatro divisiones, aunque una avanzaba por la costa y no llegó a combatir.
Comienza la batalla, la división egipcia Amón acampa frente al río Orontes, tras el cuál aguardaba el ejército hitita, que no dudó en cruzarlo y aplastar a los egipcios, cuya división se batió en retirada. Los carros hititas culminaron la estrategia atacando por los flancos a la división Ra, que quedó completamente destrozada. Ramsés logró reagrupar las tropas que le quedaban y recibió a la tercera división egipcia, la Ptah, con la que contraatacó en el campamento de la división Amón donde los hititas se dedicaban al saqueo. A pesar de que los carros hititas estaban siendo aniquilados por los egipcios, Muwatalli no quiso cruzar el Orontes con el resto de su ejército, y esto obligó a Mutawalli a refugiar a los carros restantes en Qadesh. Tras todo esto, ambos ejércitos volvieron a casa declarándose victoriosos, y en seguida se firmó entre Egipto y los hititas un tratado de no agresión.

La de Qadesh es la batalla más antigua conocida con detalle por los historiadores, aunque sigue siendo un poco raro el hecho de que las dos naciones se considerasen vencedoras.

lunes, 1 de marzo de 2010

Testimonios de soldados alemanes en Stalingrado

Como ya sabréis, la batalla de Stalingrado (de la que ya haré una entrada más adelante) fue aquella en la que el avance de los nazis fue frenado en la fría Rusia, a orillas del Volga (durante la Segunda Guerra Mundial). Durante la batalla, las expresas órdenes de Adolf Hitler de no retirarse bajo ningún concepto hacían que los soldados alemanes combatiesen contra un ejército superior en número, por no hablar de la escasez de munición alemana y el frío de Stalingrado. Aquí les ofrezco los testimonios de la batalla de algunos soldados alemanes, de los cuales la mayoría están ya desesperados.
  • “A mi alrededor todo se derrumba, está agonizando todo un ejército, el día y la noche arden y cuatro hombres se ocupan en registrar la temperatura y altura de las nubes.”
  • “Se nos dice que nuestra lucha es una lucha por Alemania, pero aquí son muy pocos los que creen que este absurdo sacrificio sea de alguna utilidad para nuestra patria.”
  • “Al ver el mapa, me estremecí. Estamos completamente solos, sin auxilio del exterior. Hitler nos ha abandonado. Esta carta saldrá si el campo de aviación sigue en nuestro poder. Estamos al norte de la ciudad. Los hombres de mi batería también sospechan lo de nuestra soledad, pero no lo saben con tanta certeza como yo.”
  • “No soy cobarde; sólo me entristece el hecho de no poder dar ninguna prueba de mi valor, como no sea morir por esta causa inútil, por no decir este crimen.”
  • “Todos los días son tomadas al asalto algunas posiciones, y todos los días el enemigo –o nosotros, según quien las ocupe- es desalojado de ellas. Ni el enemigo ni nosotros hemos sido capaces de decidir hasta ahora con qué fin hay que tomarlas aun en el caso de que puedan ser mantenidas.”
  • “Hitler prometió firmemente sacarnos de aquí; así se nos explicó, y nosotros creímos con firmeza en su palabra. Hoy sigo creyendo en ella, porque aún necesito creer en algo.”
  • “El ruso ataca en todas partes. Nuestras tropas resisten desde el principio del ataque, que no se interrumpe un solo día, luchando duramente y con sus fuerzas físicas completamente agotadas. Se portan como unos héroes y ni uno solo de ellos se rinde. El hecho de que el enemigo nos aplaste cuando se agota el pan, las municiones, el carburante y los hombres, no supone ninguna victoria para él. Estamos seguros, desde luego, de haber sido víctimas de graves errores del mando y de que la destrucción de la fortaleza de Stalingrado le ocasionará graves daños a nuestro pueblo y en general a nuestra nación.”
  • “Hemos invadido el país obedeciendo órdenes; obedeciendo órdenes hemos disparado nuestras armas, pasamos hambre obedeciendo órdenes, morimos obedeciendo órdenes y obedeciendo órdenes volveremos a salir de aquí. Hace tiempo que habríamos podido hacerlo, pero los estrategas todavía no se han puesto de acuerdo. Si no lo hacemos pronto, nos encontraremos con que ya será demasiado tarde. Pero es cosa segura que volveremos a ponernos en marcha obedeciendo órdenes. Con todas las probabilidades, en la misma dirección proyectada desde un principio, sólo que sin armas y bajo otro mando.”
  • “Stalingrado es una buena escuela para el pueblo alemán; sólo es lástima que aquellos que reciben sus enseñanzas no podrán aprovecharlas ya, por ser demasiado tarde.”
  • “Tú eres coronel, querido padre, y miembro del Estado Mayor Central. Sabes lo que esto significa y me ahorrará explicaciones que pudieran tener un cierto sabor sentimental. Esto se acaba. Creo que pueden pasar aún ocho días y después será el fin. No pretendo buscar las razones que se puedan tener en pro o en contra de nuestra situación en campaña. Actualmente, tales razones carecen en absoluto de importancia y además de nada sirven; pero, si tengo que decir algo acerca de este tema, es sólo una cosa: no busquéis explicaciones de la situación entre nosotros, sino entre vosotros y en quién ha de responder de todo esto. Podéis estar orgullosos. Tú, padre, y todos los que comparten tus puntos de vista. Estad alerta para que la patria no sea víctima de mayores calamidades. El infierno del Volga debe ser para vosotros un aviso. No desdeñéis esta experiencia.”

Toda una muestra de lo que vivieron allí hace 68 años.